MADRE

Disertar sobre el día de la madre quizá no tenga, a estas alturas,  demasiado interés. Poco más se podría añadir a tantas cosas como se han dicho y escrito.
Ser hija y ser madre a la vez podría dar otras perspectivas.  Hay cosas que hasta que no se viven,  no se llegan a comprender.
Recuerdo que, cuando era niña,  lo que más pensativa me dejaba era cuando mi hermana y yo
hacíamos algo que no gustaba a nuestra madre y ella solamente decía algo así como que "lo que hagáis a vuestros padres os lo harán vuestros hijos ".  Y, claro,  si  siendo niña ya entraba en tus planes de futuro lejano llegar a ser madre,  pensar que ya estaba escrito lo que te harían tus futuros hijos..  por supuesto que te paraba los pies...
Al final,  el tiempo habla.  Ser hija hace pensar en los padres de una,  y ser también madre lo cambia todo.  Tu madre es diferente desde ese momento,  pero tus hijos se convierten en mucho más de lo nunca hubieras podido imaginar.
Y si siendo hija no se me ocurre qué sería lo mejor para regalar a mi madre en el consumista día de la madre,  siendo madre sí sé cuál sería el mejor regalo para mi: ver bien a mis hijos, que estén bien de salud y sean felices.  Pero ese regalo a una madre no se puede marcar en un día al año.  Se es madre todos los días,  cada momento,  cada segundo del día... 
Felicidades a todas las madres,  hoy y siempre.  Y todo lo mejor para mis padres... y mis hijos.  Ése sería mi mejor regalo.